Sierpe
La serpiente, animal venerado y temido por igual, desde la antigüedad y con un simbolismo ambivalente, rico y complejo, ha sido encarnada en multitud de leyendas y mitos: como imagen de la energía y de la fuerza pura y sola, alegoría de la sabiduría que vive bajo tierra y emerge hacia la luz, como emblema amenazante y signo inequívoco del mal, efigie de la deidad, símbolo de la vida renovada y de la resurrección, evocación suprema de la tentación y el pecado o como personificación del poder femenino.
Vanesa Aibar se incorpora libremente a esta tradición estableciendo una analogía – formal y simbólica – entre la sierpe y el arquetipo de la bailaora que se construye a partir del Romanticismo presentándola como una hembra extremada, poderosa, regia; un animal ondulante, pecaminoso, bello, armónico; poseedora de una fuerza atávica que a un tiempo la muestra como amante, compañera, esposa o madre.
«Una emocionante actuación, que se conmuta inequívocamente entre la danza moderna y el flamenco. (…) Rotterdam ha sido conquistada.»
DICK VAN TEYLINGEN
para Theaterkrant.nl – Flamenco Biënnale, 2019 – Theater Rotterdam
“Su danza es moderna, libre y muy estética, las ideas y los detalles emocionantes y numerosos. (…) Una pieza interesante y una bailarina muy talentosa.”
SUSANNE ZELLINGER
para flamenco-divino.at – Festival de Jerez, 2019
Ficha artística
Vanesa Aibar, Francisco Sarabia Marchirán. Dirección, concepto y dramaturgia
Vanesa Aibar. Coreografía
Juan Carlos Lérida. Asesor coreográfico
Susana Guerrero. Colaboración especial escultura y atrezzo
José Torres Vicente. Composición y dirección musical
Rocío Guzmán y Tremendo hijo. Adaptación letras populares
Benito Jiménez. Diseño de iluminación
Pedro León. Diseño de sonido
Germán Hidalgo y Ventura. Vestuario
Manuel Campos. Artesanía en papel
Raquel Álvarez. Fotografía
Ana Solinís. Diseño Gráfico / Fotografía
Vanesa Aibar. Producción
Gestora de Nuevos Proyectos. Co-producción
María Molina. Distribución y Management