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La reina del metal

Vanesa Aibar y Enric Monfort, han hecho de la investigación en los límites de sus respectivos lenguajes el núcleo central de su trabajo, llevando al extremo las posibilidades del sonido y el movimiento, para encontrar en ese más allá una comunicación verdadera con su yo más profundo y con el del público.

En este proyecto largamente madurado, apuestan por el encuentro entre sus dos universos creativos que, como todo encuentro verdadero, trasciende lo que cada cual traía para fundar un lugar nuevo. Y ese nuevo lugar es La Reina del Metal. Para crearla, coherentes con sus respectivas trayectorias, han decidido inspirarse en el ritual de paso, no tanto para tratar de replicar uno en escena como para indagar en lo que la escena tiene de lugar liminal, en su capacidad de transformación de quien la habita.

Así, La Reina del Metal se nos ofrece como liturgia inventada en la que sonido y movimiento de despliegan en el espacio hasta confundirse los tres en una sola cosa. Apoyándose en la tecnología más puntera de espacialización de 4D Sound, el espectáculo sumerge a intérpretes y público en un espacio compartido, buscando la creación de un lugar en el que la vida pueda suceder, es decir, el cambio real y tangible de todos los implicados en el espectáculo. Aibar y Monfort se basan en la aleación de los diversos lenguajes que transitan para indagar en los límites de físicos y mentales que condicionan la creación y la recepción artísticas. La Reina del Metal no es una reacción a la vida, es una reacción a lo que el pensamiento ha hecho de ella, es reconocimiento y celebración del milagro de nuestra existencia simultánea.

Premios

+ Premio Max a Mejor Espectáculo de danza 2023

+ Premio a Mejor espectáculo en la 40 edición de Palma Feria de Artes Escénicas de Andalucía

+ Mejor espectáculo de sala, mejor diseño de vestuario y mejor diseño de espacio escénico en los Premios PAD de la Asociación de Profesionales de la danza de Andalucía 2023

“Resuena en el público la gran dinámica entre Monfort y Aibar, que se miran mucho y animan con la mirada. Aunque en Holanda no estamos acostumbrados a gritar olés, y eso no ocurre ahora, la sensación es casi tangible y Aibar debe poder sentir cómo se lleva al público. Juega en los tres planos, a veces bajando del escenario y caminando entre las filas, bailando, murmurando, gritando, porque su boca también se ha convertido en una caja de resonancia”

Marjan Terpstra
para Theaterkrant

“El tono de la actuación cambia lenta y gradualmente de tenue y sublime a más exuberante y expresivo, alternando momentos dramáticos y alegres, para finalmente terminar en un espectáculo ensordecedor. Francamente hilarante y también virtuoso es el ‘pas-de-deux’ en el que Aibar se tumba boca arriba con las piernas en alto, mientras Monfort interpreta un solo de batería sobre las suelas y los tacones de sus zapatos. También es hermosa su metamorfosis, en la que se pone una especie de poncho de dimensiones gigantescas y luego gira con él por la pista de baile casi como un derviche. Es una actuación llena de imágenes y sonidos que no te dejarán ir una vez que se apaguen las luces del escenario y finalice la merecida ovación”

Ton Maas
para Mixed World Music